domingo, 15 de noviembre de 2015

Los 5 pasos del GTD

Parece magia pero no lo es, tan “solo” se trata de disciplinarnos en seguir una serie de principios hasta convertirlos en hábitos y aplicar una serie de técnicas. GTD nos ayuda tanto a mejorar nuestro trabajo del día a día, como nos ayuda a definir nuestra visión a largo plazo.


GTD  son las siglas de “Getting Things Done”. Es un método desarrollado y difundido mundialmente por David Allen que permite recopilar todas las tareas y proyectos de nuestro día a día y gestionarlas de forma que podamos hacerlas todas en su momento

Los principios básicos del GTD son los siguientes:

RECOPILAR
Nuestro cerebro no hace un buen trabajo recopilando y almacenando toda la información que nos llega cada día. En la era del conocimiento en la que nos encontramos nos llega mucha información desde muy diversos medios, y como no somos capaces de acordarnos de todo ni de diferenciar lo importante de lo que no lo es, nuestra mente se satura y nos genera estrés. GTD nos anima a recopilar todo lo que pase por nuestra cabeza, descargándola como haríamos con un pendrive en el ordenador, lo que nos deja mucho más espacio para ser creativos.
PROCESAR
Como tenemos la suerte de tener todo recopilado, lo siguiente que tenemos que hacer es procesarlo. Para esto habremos recopilado todo lo relativo a la fase anterior en un serie de bandejas de entrada, y procesar consiste en revisar todos los elementos de estas bandejas de entrada, del primero al último, tantas veces al día como sea necesario (esto dependerá del número de bandejas de entrada, de la cantidad de elementos recopilados…).
La manera de procesar cada elemento se basa en saber que tenemos que hacer con él: si es algo de lo que podamos deshacernos pues a la hoguera con él; si es información que nos pueda servir como referencia en un futuro lo almacenamos; si es algo que podamos delegar en alguien pues se lo encasquetamos; si es algo tenemos que hacer y que podamos hacer en menos de 2 minutos, lo hacemos en el acto, si requiere más trabajo añadimos un recordatorio a nuestro sistema de organización/planificación.
ORGANIZAR
A la hora de procesar los elementos podemos distinguir entre diversos tipos según la acción que requieran, para organizar esto necesitamos un sistema de listas que nos permita tenerlo todo ordenado y a mano.
Las listas principales son: próximas acciones, donde van a parar todas las acciones que tenemos que hacer nosotros lo antes posible; en espera, donde listamos todas las tareas que hemos delegado; proyectos, todos aquellos elementos que hemos procesado pero que no requieren de una sola acción sino de un conjunto de ellas (no es la típica definición de proyectos, cualquier cosa que necesite más de 1 acción es susceptible de ser un proyecto); algún día/quizá, donde almacenamos todas las ideas que nos gustaría hacer pero que o bien ahora no es el momento o bien no son fundamentales a corto plazo.
También debemos disponer de una agenda para notar aquellas acciones que debamos hacer en una fecha concreta.
HACER
Ahora llega lo realmente importante y para lo que hemos dejado todo bien preparadito, hacer. Como no podemos hacer cualquier cosa en cualquier sitio ni momento, GTD dispone de los contextos, que vienen a ser los diferentes tipos de situación en los que nos podemos encontrar, como por ejemplo en la oficina, en casa o en la calle. A la hora de organizar debemos asignar un contexto a cada acción en la lista de próximas acciones para que cuando nos toque hacerlas solo deberemos filtrar la lista por el contexto en el que nos encontremos y ponernos a trabajar con la primera acción de la lista.
REVISAR
Todo el sistema está muy bien, pero como cualquier sistema que se base en la recopilación, tiende al caos, para que no ocurra es necesaria su revisión de forma periódica. Hay diversos tipos de revisiones, desde las que nos ayudan a redefinir o definir nuestra visión, objetivos… hasta las que nos ayudan simplemente a mantener el sistema bajo control. Del primer tipo no podemos hablar porque el tema es extenso, pero realmente es uno de los aspectos fundamentales de GTD y de la productividad personal.
El tipo de revisión que haremos más a menudo nos permitirá eliminar de las listas de próximas acciones aquellas que se hayan quedado obsoletas, pasar acciones de la lista de algún día a la de próximas acciones, si ha llegado su momento, crear acciones para proyectos que vamos a empezar… En general nos permite tener todo en orden para seguir utilizando el sistema.
GTD incorpora conceptos como los objetivos, la visión, las áreas de responsabilidad e incluso nuestro propósito y principios vitales, es decir, nos lleva desde la optimización del día a día hasta lo que realmente debería dirigir nuestros pasos.
En este artículo no hemos podido analizar extensamente el sistema, aunque hemos intentado ofrecer una visión más o menos sencilla de su mecánica principal. Su verdadero poder radica en trabajar desde el largo plazo, visión, hasta el día a día, pasando por la fijación de objetivos y metas.



      Artículo compartido por:
       VIDA EMPRESARIAL 
       un equipo de LBNMultisede 
      Barquisimeto - Venezuela



           

.


.

No hay comentarios:

Publicar un comentario