El conflicto normalmente se reduce a conversaciones
que son cruciales y donde hay mucho en juego: las emociones son fuertes y las
opiniones difieren. Es difícil dominar estas situaciones sin un alto grado de
inteligencia emocional. Hay errores comunes que se deben evitar y estrategias
alternativas para ir por el camino correcto.
Error #1: Ser
groseramente honesto. Las cosas hay que saber decirlas. Ser honesto sin ser
grosero. Con la inteligencia emocional se puede decir la verdad sin quemar un
puente.
Mucha
gente piensa que el contenido de la conversación es lo que hace a la gente
ponerse a la defensiva, por lo que asumen que es mejor decir las cosas como
salgan. Pero no es así. La gente se pone a la defensiva por la intención que
hay detrás del contenido. No es la verdad lo que duele, sino lo mal que se dice
la verdad.
Error #2: Compartir “robóticamente”
tus sentimientos. Algunos profesionales de la comunicación sugieren que cuando
es el momento de hablar, la forma más diplomática de hacerlo es empezando por
compartir tus sentimientos. Pero cuando hablamos de nuestros sentimientos por
formalidad diplomática, realmente no sentimos nada y eso confunde a la gente.
Es
mejor empezar a hablar de hechos. Es decir, podemos recurrir a los sentimientos
y emociones pero a partir de datos y argumentos útiles.
Error #3: Defender tu
posición. Cuando alguien recibe una opinión contraria sobre un tema que
realmente le preocupa, la reacción natural es la “defensa”. Pero ponerse a la
defensiva es una ruta segura para el fracaso.
Ten
curiosidad. Desarrolla una sana duda acerca de tu propia seguridad. La mejor manera
de persuadir es escuchando.
Error #4: Culpar a otros
de tu situación. Tu jefe te dice que vas a llevar adelante un proyecto. Más
tarde te enteras de que han nombrado a otra persona. Te sientes decepcionado.
¿Es tu jefe el causante de esa decepción?
Cuando
nos sentimos amenazados, ampliamos nuestras emociones negativas culpando a los
demás de nuestros problemas. Pero hay que pararse a pensar qué papel has jugado
para generar esa situación. Una parte de tu decepción tiene que ver con la
“traición” de tu jefe, pero otra parte tendría que ser por no haberte esforzado
lo suficiente para ser la mejor opción para el proyecto.
La
mejor manera de ganar una discusión es nunca tener una. Las personas exitosas
saben esto. No evitan el conflicto, porque saben que pueden sacar algún
beneficio antes de que se les vaya de las manos. Aplica estas estrategias antes
de tu próximo conflicto y te sorprenderás de los resultados.
Escrito por: Anónimo
Compartido por: Yris Páez
Artículo compartido por:
VIDA EMPRESARIAL
VIDA EMPRESARIAL
un equipo de LBNMultisede
Barquisimeto - Venezuela




Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarExcelente enseñanza:
ResponderEliminarLa mejor manera de ganar una discusión es nunca tener una. Las personas exitosas saben esto. No evitan el conflicto, porque saben que pueden sacar algún beneficio antes de que se les vaya de las manos, pero sobre todas las cosas por encima de todo están las buenas relaciones, y las conversaciones cruciales las fortalecen.