miércoles, 13 de abril de 2016

QUÉ FUE PRIMERO, EL PROPÓSITO O EL DINERO...


Difícilmente una empresa puede sobrevivir sin hacer dinero, pero la paradoja es que no puede hacer dinero para sobrevivir si no responde antes a una cuestión muy concreta: ¿Cuál es el propósito de la compañía?


“Mucha gente asume erróneamente que las empresas existen solo para hacer dinero. Esa es una parte importante, sí, pero se debería profundizar más en la verdadera razón de existir…La respuesta es ‘el propósito’, aquello que puede servir de inspiración a una compañía durante 100 años y que no se puede confundir con los objetivos estratégicos del negocio, que cambian continuamente a lo largo de 100 años. El propósito es la estrella que nos debe guiar”.
David Packard, cofundador de Hewlett-Packard

Las personas felices responden a un patrón muy claro: tienen mucha seguridad en sí mismas. Saben qué quieren, lo persiguen y abordan los devaneos inevitables que la vida nos proporciona poniendo por encima de todo su propósito.

Y una empresa, que no es otra cosa que la suma de personas, debería construirse sobre la base de un propósito que dé sentido a todo, que sea el germen de una cultura empresarial propia con la que se puedan sentir identificados los trabajadores y, por tanto, que les estimule a dar lo mejor de si mismos.

El ‘propósito’ parece un concepto muy abstracto, pero las compañías con más éxito han sabido definirlo con precisión. Algunos ejemplos:

Disney: “Crear felicidad”.

Samsung: “Dedicar nuestro talento y tecnología a crear productos y servicios que contribuyan a una mejor sociedad”.

Google: “Organizar la información del mundo y hacerla universalmente accesible y útil”.

Facebook: “Dar a las personas el poder de compartir y hacer el mundo más abierto y conectado”.

Starbucks: “Inspirar y nutrir el espíritu humano: una persona, una taza y una comunidad a la vez”.

Nike: “Llevar inspiración e innovación a cada atleta en el mundo. Si tienes un cuerpo, eres un atleta”.

Todo lo que nos lleva hacia ese propósito son las metas diarias que hay que alcanzar, los proyectos que se deben ganar, las cuentas que hay que cuadrar… Y la consecuencia natural es el beneficio. O dicho de otro modo, cada día uno se empeña en hacer ladrillos (objetivos) para levantar finalmente un edificio imponente.

Bruce Jones, Senior Programming Director del Instituto de Disney, opina que trabajar desde el propósito da entidad y personalidad a la empresa, es decir, se la hace diferencial e identificable, tanto para los clientes como para los propios empleados. Y este es el punto esencial: la organización depende de su gente, de su motivación e implicación en los proyectos. De que sientan que lo que hacen tiene valor y contribuye a una causa común.

Definir un horizonte claro con el que las personas se identifiquen y en el que encuentren un sentido al esfuerzo diario.


"Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas." Efesios 2:10




      Artículo compartido por:
       VIDA EMPRESARIAL 
       un equipo de LBNMultisede 
      Barquisimeto - Venezuela



           

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