Los emprendedores tienen que evolucionar
junto con su entorno empresarial para lograr el éxito deseado, debido a que
crear y mantener una empresa dependerá tanto del coeficiente intelectual y los
conocimientos profesionales, como también de la inteligencia emocional.
Este último concepto es relativamente nuevo. Fue acuñado hace poco más de 10 años por el psicólogo norteamericano Daniel Goleman, y consiste en darle importancia a reconocer los propios sentimientos y los de los demás. Esta habilidad sirve para tener un mejor manejo de las emociones y relaciones, lo que permite mayor productividad.
Existen
algunas características que son imprescindibles para la inteligencia emocional
de los emprendedores. Acá presentamos 7 de ellas para convertirnos en empresarios exitosos y en líderes que motiven a sus equipos:
Confianza
Los
emprendedores deben generar en sí mismos la sensación de controlar el negocio y
su desarrollo. Al mismo tiempo, deben originar el sentimiento de dominio ante
el éxito de los productos o servicios que se ofrecen en el mercado y
transmitirlo al equipo de trabajo y a los clientes en todo momento. Con esto
nacerá la confianza de que todo resultará de acuerdo a lo planeado.
Curiosidad
Este
concepto es innato en los emprendedores, pero muchas veces carece en el equipo.
Es fundamental que nazca tanto ti como en ellos y sólo dependerá del líder
emprendedor. Eres tú quien debe formar el sentimiento de curiosidad y de
aprendizaje constantes, lo que provoca felicidad y satisfacción de poder
ayudar. El
empresario debe ser curioso para innovar y reinventar *su negocio, más aún en
tiempos difíciles.
Intención
Está
claro que todos los emprendedores tienen las mejores intenciones para sacar
adelante *su negocio. Sin embargo, lo ideal es que sea notorio para todos los
que los conforman y comenzar a actuar en consecuencia; esto provocará el
sentimiento de ser competente, astuto y eficaz. Para lograrlo, debes tener bien
definido cuál es el objetivo a seguir y las metas que persigue *tu negocio,
tanto económicas como personales, sociales y ambientales.
Autocontrol
El peor
enemigo de los emprendedores es el desorden y la confusión. Es importante que
siempre predomine el autocontrol, tanto de sí mismo como de su entorno y las
labores empresariales, donde exista claridad del cumplimento de los procesos y
legalidades. Evita que
emociones como el enojo y la ira se apoderen de ti, en especial en el momento
de tratar con empleados y clientes.
Relación
Una
relación ideal entre emprendedor e inversionista o cliente está basada en la
comprensión y en ser empático para llegar a pensar como ellos (comprender qué
pediría, qué necesita, qué desea que le ofreciera). Esto ayudará a formar
vínculos más personales y de largo plazo, pero siempre con el respeto que se
merece el negocio.
Comunicación
La
transmisión de ideas o sentimientos al equipo de trabajo, como también a los
clientes es fundamental. Una buena comunicación genera confianza y las
relaciones son más estrechas generando fidelidad de parte de los clientes o
inversionistas. Es ideal que las personas conozcan a quien está detrás de la
empresa y qué es lo que piensa y siente.
Cooperación
La ayuda
y cooperación mutua entre emprendedor, cliente y empleados es la clave para
sacar beneficios. Por lo que hay que tener en claro que mientras se buscan las
ganancias, el otro lado persigue un beneficio, y para ambos es conveniente
obtener resultados positivos del negocio. Esta cualidad es básica en el momento
de construir alianzas, buscar socios y contratar colaboradores.
Si a alguno de ustedes le falta
sabiduría, pídasela a Dios, y El se la dará, pues Dios da a todos generosamente
sin menospreciar a nadie. Santiago 1:5
Artículo compartido por:
VIDA EMPRESARIAL
VIDA EMPRESARIAL
un equipo de LBNMultisede
Barquisimeto - Venezuela




No hay comentarios:
Publicar un comentario